Paramos para protestar por las violencias en las que vivimos;
Para que se escuche que la desigualdad de género viene con otras desigualdades, por razones étnico raciales, por ser migrantes, por ser pobres, por estar en situación de discapacidad, por la orientación sexual y la identidad de género; entre otras.
Para que se sepa que nuestro horizonte es la igualdad de todas las personas que integran grupos históricamente marginalizados;
Para que se escuche que primero somos personas;
Para que la salida de la crisis socio sanitaria tenga en cuenta a las mujeres y disidencias;
Para exigir presupuesto para la efectiva aplicación de la Ley 19.580, ley de violencia hacia las mujeres basada en género, y el Sistema Nacional Integrado de Cuidados;
Para que las culturas que sostienen el machismo y la discriminación sean desmontadas, sean deconstruidas;
Para que se sepa que nos faltan las víctimas del femicidio y las niñas, niños y adolescentes víctimas de la violencia vicaria;
Para visibilizar las violencias pasadas como las torturas y violencia sexual contra las ex presas políticas durante la dictadura;
Para pedir memoria, verdad, justicia y reparación con perspectiva de género;
Para que todas escuchemos y veamos que no estamos solas, que si tocan a una tocan a todas;
Para que la violencia sexual no se normalice, para que se acabe la impunidad de estas violencias contra nuestros cuerpos y nuestros proyectos de vida;
Para dejar claro que como feministas no nos callamos frente a las injusticias sociales de género, clase y raza que cercenan nuestras vidas;
Para exigir acciones concretas para cambiar los modelos patriarcales, machistas, que sostienen esta sociedad que avanza solo en las normas jurídicas pero que sus prácticas dicen todo lo contrario;
Para que la Justicia sea sensible al género, conforme a las obligaciones asumidas;
Para que todos las operadoras y operadores de justicia de todas las jerarquías cumplan con la obligación de formarse de manera permanente sobre igualdad, perspectiva de género y administren justicia sin prejuicios ni estereotipos;
Paramos para reafirmar que la igualdad debe vivirse cotidianamente, en la casa, en la cama, en la calle, en el trabajo, en la universidad, en todos los espacios que habitamos;
Para que la igualdad de género sea verbo, se respire, se sienta;
Para reafirmar que lo urgente son nuestros derechos, producto de la lucha sostenida y organizada de miles de mujeres que nos precedieron;
Para que algún día no sea necesario conmemorar otro 8 de marzo porque seremos iguales, seremos tan personas como humanas.
Grupo Derecho y Género, Facultad de Derecho – Udelar
Montevideo, marzo 2023.
- 352 vistas